Para el correcto mantenimiento les he preparado una superficie de 150 m² que se divide en una zona al aire libre, una zona cubierta y una caseta acondicionada. La zona al aire libre y cubierta contiene un suelo natural de tierra y piedras.
Hay 2-3 zonas sin piedras y se ha cambiado el suelo natural por turba, que se humidifica y se remueve constantemente para que así la hembra pueda poner sus huevos.
La zona al aire libre también sirve para que las tortugas puedan asolearse; también tiene un toldo que aquí en el sur de España es muy importante para que en verano y en las horas fuertes de sol no se deshidraten.
La zona cubierta se encuentra en una esquina para que las tortugas se puedan esconder de los fuertes vientos.
El tejado de la caseta está hecho en parte de hormigón (donde en un futuro se montará un sistema de placas solares) y en parte de triple capa de metacrilato.Gracias a la zona de metacrilato la caseta se puede calentar con muy poca radiación solar hasta más de 30 grados centígrados. En verano se tapan estas zonas con brezo para así evitar un sobrecalentamiento en el interior.
Se puede controlar muy bien la temperatura al mover las capas de brezo. El suelo dentro de la caseta es de baldosas y puede limpiarse y desinfectarse con facilidad.
También podemos ver algunos recintos especiales para las crías o animales jóvenes dentro de la caseta, de este modo no existe un gasto extra de energía y espacio para las crías.
En épocas de frio y de noche el aire se calienta mediante una placa térmica infrarroja, actualmente es la forma más económica de calentar la casa. Las paredes están forradas de azulejos que ascienden unos 15 cm a lo largo de la pared para que así las tortugas no puedan rozar su caparazón.
La instalación completa esta abastecida por dos suministros diferentes de agua corriente.